viernes, 18 de marzo de 2016

Sucede




Muerde fuerte, aprieta. Hasta que la sangre se abra camino. Cierra los ojos, fuerza la mandíbula y desgarra con los incisivos, nota la carne blanda y viscosa. Descansa, pero no sueltes la pieza, si notas que se resiste muerde de nuevo, con menos presión, sacude la cabeza y rompe el musculo. Encaja la mandíbula y tira, tira, tira. El premio es tuyo animal. Deja que se lama las heridas, deja que llore y que te tema, que se arrepienta. Que sepa que no se puede acercar a ti, que no te puede mirar, que quien la hace la paga.

Sonríe, levanta la cabeza, respira abriendo el pecho, límpiate la cara. Camina, lo que necesites surgirá de entre tus dedos, de entre tus cabellos. Mira la luna llena, descansa en sus cunas. Relájate y duerme, repón fuerzas porque la vida empieza de nuevo y nunca se deja de luchar.